Al sur del sur el tiempo se ha detenido....y mi corazón ha quedado congelado con los primeros frios de la cordillera...solo espero que la primavera llegue...mas tarde o mas temprano....pero que mi corazon vuelva a latir, mis ojos a ver y mi piel a sentir.
Aquí, en este repentino invierno interior, hay mucho silencio y mucha paz. La lluvia cae suavemente....casi acariciandome. Oigo un lejanísimo y tenue eco de mi alegría que se quedo atrapada del otro lado de la cordillera.
Tengo una agridulce sensación de una pena que vale ser penada. Separarse asi: en calma, en paz, con cariño, con suavidad, con ternura, no hace la pena mas liviana, pero me dice que hice (hicimos) lo correcto: cuidarnos, ponernos a salvo de sentimientos oscuros que rondan las parejas y que nos han sido ajenos durante estos tres años.
Ahora es tiempo de comenzar a caminar por esta nueva senda....desconocida para mi...y aqui voy dando los primeros pasos, inseguros y tímidos, pero comenzando a caminar...